Neurociencia y su relación con la educación maternal

noviembre 24, 2022
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La neurociencia en el área educativa lleva a los niños y niñas a pensar, explorar y expresar sus ideas. Conozcamos cómo ayuda en las primeras etapas del aprendizaje.

¿Qué es la neurociencia? ¿Qué aporta la neuroeducación en el aprendizaje infantil? Antes de explicar la relación entre la neurociencia y la educación maternal, se debe saber de qué trata esta disciplina científica.

¿Qué es la neurociencia?

Es un área científica clasificada dentro de la biología, que se encarga de estudiar y conocer cómo se desarrolla el sistema nervioso y el cerebro. Incluye su estructura y funciones cognitivas (pensamientos).

Esta disciplina se encuentra estrechamente relacionada a otras como la lingüística, matemáticas, filosofía, psicología, química, informática, ingeniería y medicina. 

En este sentido, el estudio biológico del cerebro es un área multidisciplinar en el que participan la neuroanatomía, neurofisiología, neurofarmacología y la neuroquímica. De allí que se estudie de forma integral para poder comprender su complejidad. 

Un neurocientífico es un médico dedicado al estudio del sistema nervioso. Además, de realizar investigaciones a su aspecto celular, funcional, molecular, evolutivo y computacional.

Neurociencia - Educación maternal - Lugarve

La neurociencia y el aprendizaje

El cerebro sigue siendo un órgano aún muy desconocido y el avance dado a través de la neurociencia ha logrado que se comprenda más su funcionamiento. Adicionalmente, se debe entender la importante labor de la emocionalidad y la curiosidad que se tiene para adquirir nuevos aprendizajes y conocimientos.

Básicamente el ser humano hizo del aprendizaje su esencia para sobrevivir. El hombre debió experimentar distintas cosas para afianzar su futuro y asegurar la continuidad de su especie.

Así tuvo que aprender hacer fuego y calentarse, cocinar para enfermar menos, cultivar la tierra para obtener más alimentos (independiente de la cacería). Aprendió a construir viviendas que resistiesen a los elementos de la naturaleza.

Hoy se ha comprobado que en el hacer y experimentar es que se consigue el conocimiento. En especial cuando se incluyen las emociones. Es decir, que el aprendizaje, la memoria y la emoción son aspectos que están relacionados estrechamente.

De hecho, de acuerdo con la neurociencia educativa la inteligencia es una definición multidimensional, de allí que el ambiente o entorno dentro del aprendizaje sea fundamental. Pues se deben llevar a los niños y niñas a pensar, explorar y expresar sus ideas a través de variados y diferentes códigos.

«Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo» – Benjamín Franklin – Científico e inventor estadounidense.

Educación y neurociencia en el área infantil

En relación con la neurociencia en la educación, se han hecho distintas pruebas de cómo el entorno del aprendizaje motivador y equilibrado puede ofrecer a los niños y niñas un mayor conocimiento al captar mejor lo que se les enseña.

De allí que logren construir de manera activa la comprensión y los significados de las cosas. Todo mediante determinadas dinámicas e interacciones con el ambiente social, físico y emocional con los que entran en contacto. 

La neuroeducación recomienda que en los primeros años de vida de los niños o niñas, estén en contacto con la naturaleza. De igual manera, evitar que permanezcan quietos y sentados por largo tiempo.

Cuando los niños o niñas están muy pequeños es una etapa donde se aprenden colores, formas, profundidad y movimiento, que posteriormente servirán para conocer los conceptos en general. En esas edades es cuando se comienza a madurar y generar cerebralmente nuevas redes neuronales para captar novedosas experiencias.

A partir de los 10 a 12 años ya están receptivos a aprender aptitudes (capacidades) y es el momento de potencializar la comprensión lectora y el razonamiento matemático.

Ya en la adolescencia, el área cerebral es plenamente emocional, por lo que los actuales sistemas educativos se enfrentan con esta etapa. Lo que crea una situación constante de choque al obligarlos a que aprendan materias totalmente racionales como química, física, biología y matemáticas.

Neurociencia - LUGARVE

La neuroeducación potencia el aprendizaje en la niñez

Se puede definir a la neuroeducación como una manera de aplicar de forma sistemática y práctica en el aula, las herramientas diseñadas para la comprensión en el desarrollo del cerebro. La finalidad es potenciar y estimular el desarrollo cognitivo, social y emocional de los niños y niñas. A continuación, algunos de los aspectos que ofrece esta disciplina es niñas y niños:

  • En el cerebro. Se debe comprender su funcionamiento para el aprendizaje. Esto ofrece ventajas para diseñar actividades escolares, dirigir las interacciones diarias y promover otras funciones de base que son necesarias para la inteligencia y la autorregulación. Es decir, que maestros (y hasta padres) proveen de experiencias para que la estructura cerebral pueda crecer firme y sólida durante la niñez. 
  • Desarrollo escalonado del cerebro. Comprender y adaptar los contenidos educativos de acuerdo con el progreso escalonado del cerebro. Se pueden incrementar las habilidades de atención y percepción que son las primeras que se perfeccionan. Y a partir de ellas se avanza sobre otras destrezas mucho más complejas, como el control de la atención, razonamiento, flexibilidad mental y resolución de problemas. 
Estimulación mental y socioemocionales

Una vez que los maestros hayan entendido lo anterior, deben enfocarse en estimular agilidades mentales y socioemocionales. Esto le permite al niño o niña desarrollar otras habilidades superiores que las requerirán para toda su vida.

  • Funciones cognitivas. Uno de los grandes aportes de la neurociencia (cognitiva) dentro del área educativa es crear destrezas en los niños y niñas en su proceso de maduración. También detectar fallas en el desarrollo de habilidades mentales que permitan a los maestros actuar de forma voluntaria y controlada. 
  • Las funciones cognitivas y/o ejecutivas. Son esenciales en la vida y cuando los procesos mentales son conocidos por los maestros, son capaces de descubrir cuándo los niños o niñas han madurado, y detectar si algo en su desarrollo no va como debería. 

De 3 a 6 años estas funciones o habilidades dan un salto (o lo que se llama un estirón). Un período que facilita que sean capaces de controlar emociones, inhibir impulsos, prestar atención por un tiempo más largo y relacionarse de forma más adecuada. Esto permite que se tomen las acciones pertinentes para reforzar estos procesos mentales.

Priorizar otras habilidades 

En este sentido, se previenen las dificultades que pueden presentar los niños y niñas cuando van a la primaria, donde afrontan conceptos más abstractos.

  • Priorizar habilidades por encima del conocimiento. En los últimos tiempos, se han estado modificando aspectos de la escolarización en las que las etapas educativas de maternal y preescolar se muestran más académicas. En estos períodos suceden cambios significativos y sensibles en el cerebro y su desarrollo. Siendo etapas donde el niño o niña debe a través de los sentidos manipular, tocar, oler, sentir y en especial entender al mundo mediante la experimentación de su entorno

De igual forma en las áreas maternal y preescolar se les debe reforzar la regulación en los procesos de tolerancia de la frustración y de las emociones. Esto es fundamental para las relaciones sociales y los desafíos que estos procesos conllevan, puesto que son una oportunidad en su desarrollo. 

Al comprender esto, los maestros están en la capacidad de tomar acciones en el aula y fortalecer las agilidades mentales de los niños y niñas. ¿Cómo hacerlo? a través de herramientas útiles, sencillas y tan potentes para los aprendizajes académicos o basados en proyectos. Estas son la música, el baile, el teatro, la literatura o los juegos libres.

Promover el trabajo con los padres

Se ha validado mediante algunos estudios que cuando niños (as) y padres (o cuidadores) interactúan, son acciones esenciales para su desarrollo cerebral y mental. Por ello es importante:

  • Reforzar el trabajo con los padres. Si se aplican ciertas reglas de la neurociencia y/o la neuroeducación del aula, con estas mismas herramientas, los padres reforzarán en el hogar los procesos de aprendizaje, haciendo que estos últimos se fortalezcan. A su vez se les darán sólidos argumentos sobre el desarrollo cerebral de sus hijos o hijas.

Para finalizar, estas dos disciplinas la neurociencia y la neuroeducación, potenciarán los métodos de aprendizaje que se utilizan en las aulas infantiles.

En el centro educativo Lugarve hemos aplicado estrategias de las neurociencias a nuestro método escolar. Así como, el uso de herramientas que estimulan el desarrollo cerebral y mental de los niños y niñas durante sus correspondientes etapas. En especial en la educación maternal.

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