El desarrollo social durante la edad preescolar

febrero 23, 2024
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El desarrollo social en los niños o etapa infantil, es la capacidad que tienen de interactuar y mantener relaciones y comportamientos significativos ya sean con adultos o con otros niños. Aquí explicaremos cómo avanza las interrelaciones durante la edad preescolar.

En la etapa de preescolar los niños van descubriendo sobre ellos mismos y de cómo relacionarse con otras personas de su entorno. Según su edad irán madurando su conducta. Por ejemplo, los niños a partir de los 3 años son menos egoístas que cuando tenía los dos años o menos. Tienen un mayor sentido de identidad que los hace más seguros y fuertes al no depender tanto de sus padres o maestros.

Otros aspectos que desarrollan a partir de los 3 años es que no solo jugará con los demás niños, sino que tendrá interacción mutua (no será un juego de tú por tú lado y yo por el mío). Este es un proceso de crecimiento emocional también, pues podrá darse cuenta que no todos piensan como él. Que los amigos y compañeros tienen cualidades que los hacen diferentes, algunas les gustará y otras no tanto y esto es parte del desarrollo psicosocial.

Sabrá identificar aquellos niños con lo que siente y tienen más empatía y acercamiento, por lo que inicia las primeras relaciones amistosas. De hecho, mientras comienza este reconocimiento e intercambio de amistad hacia el otro, se dará cuenta que él también posee cualidades que le hacen único y este punto es sumamente importante, puesto que le muestra su propia valía (autoestima).

Desarrollo social | ¿Qué aspectos se observan en los niños en edad preescolar?

Sucede que, así como los niños (as) van conociéndose a ellos mismos y a su entorno, las personas a su alrededor también lo van conociendo a él, qué cosas le gusta y qué no. Es una etapa de autoconocimiento, pero también de aprender a aceptar a los otros. Por este motivo al ser más conscientes comienzan:

  • A ser más empáticos y sensibles hacia los comportamientos y sentimientos de los demás.
  • De una manera paulatina es más colaborador y competirá menos con sus compañeros y amigos.
  • A respetar, compartir y esperar su turno en la sesiones de juegos, aún si no siempre sucede.
  • A solicitar de manera educada y tranquila lo que quieren evitando cada vez menos los arrebatos, lloriqueos o gritos.

En resumen, a partir de los 3 años de edad los niños (as) mostrarán comportamientos menos agresivos, haciéndose menos frecuentes las discusiones por juguetes, o las sesiones de juegos serán más calmadas. Tendrán la capacidad de buscar soluciones a los inconvenientes y aceptarán los intercambios de juguetes o ya sabrán esperar su turno.

Desarrollo social - edad preescolar - Lugarve

Etapas del desarrollo social en la niñez

El desarrollo social cuenta con etapas que se encuentran presente a lo largo de la vida. Dichas etapas son la vital, la mental y la física. A su vez son fases que se conectan entre sí o sobreponen una de la otra. Deben encontrarse las tres dentro del desarrollo social todo el tiempo, aunque una de ellas es la más predominante y las otras dos estarán supeditadas a esa.

Etapa vital

Cuando se describe el término vital en el desarrollo social involucra la potencialidad del ser humano. Hablamos de energías nerviosas y emocionales que son esenciales incluso mucho antes del desarrollo mental, y justo son las que sobresalen en la personalidad y que paulatinamente darán paso a la etapa mental cuando esta se fortalece. Es en esta fase que se consolida las bases de la personalidad y se descubre el mundo que nos rodea.

Etapa mental

Es una fase marcada por las ideas. Se vuelve curiosa, aventurera e incluso innovadora (inventiva) por lo que la demanda de la educación es primordial. Es el periodo cognitivo. La salud mental en esta etapa es clave para el éxito en todas las áreas en las que el niño (a) se involucra. En la etapa mental aprende a interactuar con su entorno. Inicia el aprendizaje de nuevas habilidades, se estimula el cerebro, se mejora la memoria, se activa la concentración y el enfoque.

Etapa física

Se caracteriza por la interacción del contacto físico de la personalidad. Las habilidades y el proceso de aprendizaje que se da de padres a hijos o de maestros a alumnos es una etapa larga. Cuando se habla de acercamiento físico es importante. Es una manera de comunicación, favorece el apego seguro, incrementa la autoestima.

Además, el contacto y afecto físico genera una conexión emocional. Produce calma, reduce el estrés, disminuye la sensación de soledad y ansiedad, promueve la confianza y el positivismo. En el caso de un abrazo o tomar la mano genera múltiples beneficios, comenzando que minimiza los miedos y aumenta la autoestima.

Desarrollo social - comportamiento - Lugarve

Durante la edad preescolar se debe guiar el comportamiento del niño

La mayoría de los niños son muy sociables, pero requieren de los demás para que el desarrollo social tenga presencia. Hay que recordar que los niños imitan las conductas, en especial de sus padres. Por lo que las interacciones están influenciadas, y determinan su comportamiento hacia otros siempre y cuando la sociabilidad se encuentre presente donde se actúe de forma mutua. Si no hay nadie con quien relacionarse ¿Cómo se aprende?

Es la niñez la etapa más esencial del desarrollo humano. Cuando se es niño somos como un molde, una especie de arcilla que se va modelando a través del aprendizaje, comportamientos, afecto, reglas, límites y valores. Siendo fundamental el desarrollo integral de niñas y niños favoreciendo su crecimiento. En este sentido, el desarrollo social durante la edad preescolar debe presentar comportamientos y aspectos que deben ajustarse de acuerdo a lo que vaya sucediendo, tales como:

Cooperación

Es importante promover la colaboración. En caso de presentarse problemas se les puede hablar y sugerir que se comuniquen de forma amable y no actuar de manera agresiva. Hay que recordarles que se debe compartir los juguetes, juegos o esperar su turno. Y aunque no siempre funciona, la constancia es la clave, por lo que nunca hay que dejar de intentarlo.

Ideal hacerle entender que la cooperación y la colaboración son sus mejores aliados. En este punto es esencial que el niño (a) comprenda que es mejor superar los conflictos pacíficamente. Si esta frustrado o enojado porque le solicitó ayuda para guardar los juguetes o sus materiales escolares, dígale que es entendible cómo se siente, pero descríbale sus sentimientos o deseos para evitar que se sienta mal. Mantener siempre la calma es primordial. Pero debe hacerle entender al niño que su colaboración o cooperación es importante.

Frustración o enojo con agresión

Aun hablándoles es probable que dependiendo de las situaciones el enojo o la frustración aparezcan, y es más que posible que se vuelva físico. En el caso de que llegase a suceder hay que evitar que lastime a otros. De no tranquilizarse, entonces, aléjelo. Pregúntele por qué actúa de esa manera.

Independientemente de lo que sucedió, exprésele que comprende su sentir. Sin embargo, debe explicarle con claridad que no debe comportarse con agresividad hacia otros niños o adultos, pues no es la forma de darse a entender o expresar lo que siente.

Saber expresar disculpas o decir lo siento

Para nadie es fácil pedir disculpas o decir lo siento. Es aquí que se les debe mostrar cómo puede sentirse alguien (sean padres, maestros, amigos o compañeros) cuando él los trata mal, hacer que se ponga en el lugar del otro.

Hacerle entender que, así como él se siente mal ante una acción desagradable o cruel, también los demás les pasa cuando actúa contra ellos. Dígale que siempre será mejor resolver los problemas con calma y evitar los conflictos.

Una vez que haya entendido que fue lo que hizo mal (nunca antes), es allí que se le debe pedir que vaya y se disculpe con la otra persona o niño por la manera en que se comportó. Sabemos que con solo “un lo siento” no se corrija su conducta, pero siempre es necesario que sepa por qué se disculpa. Quizás no lo comprenda inmediatamente, pero con el tiempo si comenzará a hacerlo, sobre todo estás explicaciones tendrán sentido a medida que madura, en especial a partir de los 4 años.

Relaciones fraternas

Las relaciones con los hermanos suelen ser todo un reto, en especial cuando las diferencias de edades están medianamente marcadas (hablamos de 3, 4, o 5 años mayores). Por lo general, los niños (as) más pequeños quieren jugar y hacer constantemente lo mismo que su hermano más grande. Al extremo de que el mayor se molesté por ello, a causa de sentir que su hermanito invade su espacio, quiera también compartir y estar con sus amigos o use sus cosas, etc.

En este sentido, las disputas no se harán esperar. La recomendación es mediar y ser neutral. Si bien es importante que el hijo mayor tenga su individualidad, su espacio y tiempo, sus actividades privadas e independencia, se debe fomentar la relación entre ambos hermanos y estimularlos para la colaboración y el juego. Conseguir un punto de encuentro en común.

Por ejemplo, los paseos y las vacaciones son unas muy buenas alternativas para incentivar la relación entre ambos y las actividades en común. Pero a su vez, se le puede dar a cada uno el espacio personal y sus propias actividades independientemente el uno del otro.

Poner límites

Las relaciones suelen por sí, ser desafiantes. Es posible que por cambios escolares o amigos nuevos muestre otros comportamientos como brusquedad, malas respuestas o rete a la autoridad. Para enfrentar estas conductas se les debe dejar en claro el total desacuerdo. Siempre la opción es comunicarse con el niño (a) y demostrarle que sus planteamientos dichos de esa forma no funcionan.

Si no cambia y persiste en su comportamiento, entonces una sanción penitente (sin golpes) es la manera eficaz de hacerle entender que no es por allí. Al ser aún pequeños no diferencian completamente lo bueno de lo malo. Solo obedece las normas para evitar la sanción o el castigo.

Vale decir que si rompe o daña algo de valor piense que él es malo, ya sea que lo haya hecho con intención o no. En consecuencia, hay que enseñarles la diferencia entre una mala conducta o alguna situación accidental.

No identificar al niño con su conducta

El comportamiento debe separarse del niño como persona. Para aclarar parte del punto anterior y confirmar este planteamiento, es necesario que el niño o niña entienda que la penitencia (o castigo) fue a causa de lo que hizo, no es porque él “es malo”. En vez de señalarlo como malo se le debe indicar que la acción que cometió no está bien, separando claramente su persona de su conducta.

Si está molestando a alguien más, hay que señalarle que no es correcto hacer sentir mal a otra persona, en vez de expresarle “eres malo”. En el caso de haber cometido una acción de manera accidental confórtelo y exprésele que sabe que no fue su intención y evité molestarse, porque pensará que es por la culpa de él, y no por lo que sucedió.

Desarrollo social - niños - Lugarve

Apruebe su buen comportamiento

Así como le hace saber que no es correcto portarse mal, de la misma forma puede elogiar sus buenas acciones. Si está en edad de preescolar, le asignaron tareas y las realizó correctamente, elógielo. Cuando lo haga bien, muéstrele que está contenta por lo bien que lo hizo.

Comience a asignarle responsabilidades que de acuerdo con su edad pueda hacer. Por ejemplo, recoger sus juguetes, guardar su ropa en las gavetas, ordenar su habitación o ayudar a poner o recoger la mesa.

Si van de paseo dígale que debe portarse bien y felicítelo si lo hace. Adicionalmente, dele tiempo y espacio para que juegue o se relacione con otros niños. Y si comparte o les ayuda exprésele que está orgulloso de su buena acción.

Lugarve

Somos una institución donde el desarrollo social de los niños forma parte de nuestro programa educativo. Mediante ambientes de aprendizajes llenos de afecto, comprensión y bienestar. La intención de Lugarve siempre será aplicar las herramientas pedagógicas adecuadas para que los niños y niñas interactúen entre sí pero también aprendan a conocerse a ellos mismos, incluyendo una relación de amor y paz en su hogar.

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