Desarrollo educativo de los niños y niñas con espectro autista

El TEA o trastorno de espectro autista de origen neurobiológico afecta el neurodesarrollo infantil. Se caracteriza por dificultades en la comunicación e intereses restringidos y repetitivos. ¿Cómo es la afectación en su desarrollo educativo?

El desorden de espectro autista es una condición que está estudiándose en la actualidad. Y en el que aún sus causas siguen siendo desconocidas. Sin embargo, antes de iniciar el tema asociado al desarrollo educativo en relación a los niños y niñas con TEA, respondamos ¿Qué es el trastorno del espectro autista?

¿Qué es? | El trastorno del espectro autista (TEA)

Es un desorden que se presenta en la primera infancia. Aunque puede ser detectado también en adultos. Sus características principales son problemas de comunicación y habilidades sociales. La referencia del término “espectro” es la diversidad de síntomas que presenta, así como, los distintos niveles del deterioro o habilidad que puedan tener personas con TEA.

Este trastorno del espectro puede estar ubicado desde el extremo de personas con inteligencia normal o incluso superior a la media (con potencial desenvolvimiento laboral o social muy bueno) al opuesto en las que se encuentran mayores discapacidades.

Por esta razón, cualquier niño (a) con autismo podría estar en algún lugar de un punto al otro. Es decir, en varias posiciones intermedias precisamente del espectro. Sin embargo, todos tienen síntomas o signos en común como dificultades comunicativas y falta de destrezas sociales.

¿Qué síntomas o signos presenta el espectro del autismo?

Los signos o síntomas de este desorden pueden detectarse a partir de los 12 meses de edad. Hoy existen algunos criterios para comprender este trastorno, entre ellos:

• La sintomatología se manifiesta desde la infancia temprana. Además limitan o alteran su funcionamiento diario.
• Falta de comunicación e interacción social. Muestran poca o nada de expresividad socio-emocional. Bajo comportamiento comunicativo. Respuesta (generalmente no verbales), dificultad en comprender, desarrollar y mantener relaciones.
• Comportamientos particulares e iterativos en actividades o intereses. Suele presentarse al menos dos signos, como: movimientos constantes, uso de objetos o lenguaje repetido o estereotipado. Apego excesivo a las rutinas, conductas verbales o no ritualizadas o con altísima resistencia al cambio. Intereses no normales y extremos en cuanto a intensidad, rigidez, fijos o restringidos. Con híper o hipo reacción a estímulos sensoriales. Interés inusual del entorno.
• Cambios que no pueden ser explicados por la discapacidad intelectual o retraso global del desarrollo.

¿Cómo detectar los síntomas en niños y niñas muy pequeños?

En el caso de que sean bebés o menores a 3 años, los padres deben prestar una mayor atención. Entre las sintomatologías están:

• No emiten o responden a los sonidos. No muestran interés o reacción alguna a cualquier tipo de sonido. Los bebés suelen constantemente llamar la atención a través del llanto, gritos o balbuceos. No emiten sonidos, están callados y no interactúan con lo que está en su entorno.
• No manifiestan expresiones faciales. Los bebés sonríen, tienen movimientos en sus caras constantemente. En este caso no sonríen y/o presentan la misma expresión como si nunca está contento, feliz, o satisfecho
• Rechazo a manifestaciones de afecto. Es uno de los síntomas notorios y frecuentes. Evitan la proximidad, las miradas y no gustan de estar en el regazo. No interactúan con otros bebés, niños o niñas. Suelen permanecer lejos, huyen cuando se les acercan y evaden la cercanía o contacto.
• No responden o actúan ante los llamados. Al año los bebés responden cuando se les llaman, ya sea a través de sonidos, balbuceos, acciones o vocablos algo como un “ahahah”. Pero aquellos (as) con este desorden no responden o emiten sonidos. Ignoran completamente a quienes les llaman.
• Movimientos repetitivos. Una característica muy marcada son tendencias o inclinaciones al balanceo sobre sí mismo. Tocarse las manos, golpearse u otros movimientos más complejos.

Desarrollo educativo en niños y niñas con espectro autista

Cuando haya sido confirmado el diagnóstico, es necesario iniciar el tratamiento lo antes posible. La atención temprana reducirá y mejorará los síntomas. Además, de potenciar las habilidades generales a largo plazo.

Ahora bien, para un programa que requiera accionar de manera precoz y adaptado a su desarrollo educativo, se debe tener en cuenta sus capacidades y momentos evolutivos. Para ello, hay que contar con un equipo multidisciplinario conformado por familia, especialistas y escuela.

El objetivo es que el niño o la niña logre paso a paso desarrollar su actividad educativa para que mejore sus capacidades y posibilidades intelectuales y comunicativas. Siempre acompañándolo y favoreciéndolo mediante el juego y el aprendizaje. Un punto fundamental que debemos destacar es que para que alcance sus actuaciones comunicacionales hay que tener en cuenta:

• Al niño. Enseñarle técnicas que pueda aplicar y controlar en el ambiente que le rodea. Esto le ayudará en ciertas situaciones y acciones. Además, mediante rutinas organizadas podrá aprender por medio de sonidos, visualizaciones y otros modelos a efectuar esas acciones hasta que las haga solo (a).
• Su entorno. Importante que estén bajo un ambiente estructurado. Con actividades fijas y rutinarias, horarios, lugares específicos para que lleve a cabo tareas y/o actividades que favorezcan sus requerimientos.
• Sus maestros o terapeutas. Deben trabajar teniendo en cuenta al infante y todas las actividades, atención diaria y seguimiento a lo que está sometido.

Facilidad para un adecuado ambiente educativo

Existen ciertos enfoques educativos que deben aplicarse en las escuelas para un mejor resultado y aprendizaje como:

• Enfoque funcional. Evaluar el apoyo y las necesidades, garantizándole al niño y niña la ayuda que requiera para la elaboración o ejecución de tareas que le sirvan en su vida diaria.
• Enfoque ecológico. Llevar las actividades a entornos naturales que les favorecerán en situaciones generales. Y que les beneficiarán en actividades extraescolares al tener más contacto con el exterior.
• Enfoque positivo. Esencial analizar el contexto donde se desenvuelve el niño o la niña. La idea es balancear las habilidades y dificultades que presente. El fin es identificarlas y adecuarlas para que potencie sus fortalezas, y mejore al controlar sus debilidades.

Para concluir, los fines educativos tanto para niños y niñas con espectro autista o con otras necesidades educativas especiales, son los mismos que para el resto, tengan o no discapacidades. Por ello, la educación debe atender y educar acorde a lo que necesiten. Incluyendo la adaptación al sistema, es decir, que sean escuelas para todos.

Lugarve, una ventana abierta para todos 

Lugarve es una ventana abierta que les facilita a todos el proceso de enseñanza, la inclusión social y la diversidad funcional. Esto con el fin que puedan por igual tener una interacción con maestros, compañeros y el niño con TEA, sin manifestarse diferencia alguna a pesar de tener sus desafíos.

El objetivo que deseamos alcanzar en Lugarve es que el aprendizaje impartido por la institución sea un proceso de desarrollo educativo gratificante, viable, sociable y satisfactorio. La meta es que docentes, padres y representantes seamos partícipes y tengamos un objetivo en común: que cada niño o niña alcance con bienestar su educación.