¿Qué tan importantes son las siestas o descansos en las etapas de maternal y preescolar?

Las siestas o descansos son evidentemente importantes en el desarrollo infantil, y así como fundamental es dormir, también lo es asistir al maternal o preescolar. Aquí explicamos qué tan necesario son estos momentos de sueños en los niños más pequeños.

Las siestas o descansos son esenciales para el crecimiento y salud en general de los niños, esto es incuestionable en los primeros meses de vida. La neurociencia quieren comprobar sin lugar a dudas que tomar horas de sueño, así como, asistir al jardín de infantes otorga beneficios significativos a la salud e incrementa la calidad de vida de los niños, física y emocionalmente.

Debemos entender también que cada bebé o niño (a) es diferente y factores en este caso como la edad varía el número de horas de siestas o descansos que requieran. Pero ¿cuánto debe dormir un niño (a) de acuerdo con la etapa en que se encuentra?

Etapa maternal | Horas de sientas o descansos según los primeros meses de vida

En niños muy pequeños o bebés las siestas o descansos tienen un tiempo que deben incluir horas de sueño, tanto durante el día como en horas de la noche y dependerán de la edad que tengan. Veamos:

• 0 a 3 meses

Deben tener un descanso de 14 a 17 horas (están distribuidas a los largo de 24 horas). De allí que solo despierten cada 3 h para alimentarse.

• De 4 a 12 meses

Las horas de sueño están entre 12 a 16. A partir del cuarto mes es que se inicia un ritmo y rutina. Ya es una etapa donde tienen mayores horas nocturnas para dormir y en el día toman espacios de siestas o descansos de 2 y 3 h diarias.

• 1 a 2 años

Cuando son niños pequeños de entre 1 a 2 años, el tiempo de descanso es de 11 a 14 horas. Estos suelen seguir tomando siestas que por lo general, es 1 o 2 al día al llegar a los 18 meses.

Etapa preescolar | Horas de siestas o descansos a partir de los 3 a 6 años

• 3 a 5 años

Las horas de siestas o descansos son de 10 a 13. En este renglón de edad ya duermen suficientemente durante la noche, y en algunos casos dejan de tomar la siesta o descanso de la tarde.

• 6 años en adelante

Su rutina debe ser de 9 a 12 horas y deberían dormir solo durante la noche. En el caso de los niños de 6 años que estén habituados a tomar siestas o descansos, lo importante es establecer un horario fijo para que duerma y que pueda completar la cantidad de horas recomendadas para el sueño.

¿Dudas que le generan las siestas o descansos a los padres?

Ahora bien, hay puntos importantes que definir y que como padres hay que preguntarse, entre estas:

1. ¿Cómo sé que mi hijo necesita de siestas o descansos?
2. ¿En caso de que el niño requiera una rutina de siestas o descansos cómo las aplico habitualmente?
3. ¿Qué debo hacer en caso de qué mi hijo no quiera tomar las siestas o descansos?

Para responder a estas tres preguntas que suelen manifestar los padres en cuanto a la rutina de siestas o descansos es importante que sepa:

Respuesta 1

Muchos padres no tienen muy claro que cantidad de sueño necesitan sus niños, en especial si por alguna razón no duermen lo suficiente en las horas nocturnas. De ser así, nuestra recomendación es que tenga en cuenta las horas de acuerdo con su edad y así pueda planificar un horario de siestas o descansos tanto de noche como las del día.

También es importante fijarse si el niño no está durmiendo bien o lo suficiente, o le haga falta las siestas o descansos del día. En este caso muchos presentan irritación, mal genio o comportamiento. Suelen frotarse los ojos o se puede observar cansado, que lloré, este inquieto o se quede dormido fuera de las horas no habituales. En este caso los padres deberán preguntarse, si:

• ¿Constantemente el niño se ve somnoliento o adormilado en el día?
• ¿Presenta algunas de las conductas arriba descritas, en especial en las últimas horas de la tarde o noche?
• ¿No quiere levantarse temprano?
• ¿Se observa hiperactivo, impaciente, mal humorado o desconcentrado?
• ¿Tiene dificultad para enfocarse en sus actividades o seguir instrucciones?

Si responde SI a algunas de estas preguntas debe analizar las rutinas de siestas o descansos y reajustar las horas diurnas y nocturnas para dormir.

Respuesta 2

Para ayudarlo a reajustar su siesta o descanso, existen varios consejos que pueden seguir los padres, tales como:

• Colocar música suave o ligera.
• Tener luces tenues. Si tiene una lamparita con iluminación muy fuerte, se podrá colocar algún pañuelo o trozo de tela que disminuya el brillo por supuesto no pegada al bombillo (es preferible que sea de luz led (fría)).
• Si es de día bajar las persianas o cortinas para mantener un control de luz en las habitaciones muy luminosas.
• Leer un cuento relajante, tranquilo, con voz muy pausada.
• Poner a dormir al niño si ve que está muy somnoliento (o medio adormilado) en ese momento. Esto hace que concilié el sueño por sí mismo, a la larga le ayudará a dormir a medida que vaya creciendo.

Si esta en preescolar, es esencial que siga un horario de siestas o descansos fijos pero lejos de la hora de acostarse en la noche. Sabemos que es difícil respetar los horarios o rutinas pero aún en esta etapa, donde están más grandecitos, les gusta dormir. En cambio otros niños pequeños no quieren hacerlo porque lo que desean es explorar y no descansar.

En caso de que deje de hacer la siesta o el descanso, una opción es que lo ponga a dormir más temprano, es decir, adelantando la hora de la noche para acostarse.

Respuesta 3

Evita forzar al niño a tomar la siesta o el descanso. Si no quiere hacerlo no lo obligué, solo póngalo a que tenga un espacio de ocio o tranquilidad (sin agites). Estando en la cama o en su habitación déjelo tranquilo que juegue, pinté, coloree o lea un cuento. Es probable que ese espacio le produzca el sueño reparador que necesita.

Si al final no duerme, no importa, ese momento de descanso igual le ayudará a reponer energía. Suele suceder que aplicar una rutina de sueño toma algo de tiempo, pero con amor y paciencia es posible. En caso de dudas lo mejor es preguntar al pediatra sobre qué horas son ideales para las siestas o descansos.

Siestas o descansos en relación al jardín de infancia

La Universidad de Massachusetts Amherst iniciará un estudio de cinco años para investigar acerca de cómo las siestas o descansos afectan la memoria, comportamiento y emociones de niños en edad escolar. Algo que destacar es que muchos padres sienten que si sus hijos no hacen la siesta es probable que estén alterados.

Es por ello que, los científicos se ha tomado un tiempo para investigar sobre el sueño. Aunque estos expertos y especialistas dicen que no se sabe prácticamente nada de cómo un “sueño reparador” (es decir, durante horas diurnas) podrían incidir en las habilidades y aprendizaje de los niños.

Si bien explican que hay ventajas en ir a la escuela (maternal y preescolar), ya que esto le trae una mayor calidad de vida a los niños como una mejor salud física y equilibrio emocional. En este sentido, el área de la neurociencia ha querido estudiar más a fondo los beneficios de las siestas o descansos en las etapas de maternal y preescolar.

Al parecer algunos distritos escolares de los Estados Unidos desean eliminar las siestas o descansos porque algunos educadores dicen que los niños deben “superar” la etapa de la siesta para asistir al maternal o preescolar.

La neurociencia desea reafirmar el bienestar del sueño

Sin embargo, los especialistas neurocientíficos han señalado que esto tal vez no sea bueno del todo. Ya se ha evidenciado que en niños mayores e incluso en adultos jóvenes las siestas o descansos les son beneficiosas.

Lo que les hace preguntarse (o lo que sospechan) es que igual deben traer bienestar a los niños más pequeños. De allí que expresen que requieren saber con exactitud si se deben mantener las siestas o descansos en las escuelas.

Si dormir mejora y protege el aprendizaje emocional y físico de los niños más pequeños (así como, lo hacen en los mayores), entonces quitar las siestas o descansos podrían desmejorar los esfuerzos para que los niños capten adecuadamente las lecciones y mensajes educativos.

Ahora bien, qué se quiere saber con respecto a las siestas o descansos y su relación con la educación, es que si este rato de sueño en el maternal o preescolar mejorará o incrementará beneficios de aprendizaje los neurocientíficos lo quieren saber con certeza.

Datos que se recabarán en este estudio

Esta investigación que se realizará en los próximos años señala que los niños comprenderán entre los 3 a 5 años, y una población de casi 500 preescolares de distintas comunidades e incluirá con o sin dormir la siesta o el descanso:

• Estudios de la memoria de acuerdo con conductas y emociones.
• Niveles de actividad física.
• Información por parte de los padres sobre el sueño de sus hijos (de noche).
• Comparativa del punto anterior y cómo se comportan en el aula de clases.
• Cómo interactúan con el sueño y la actividad física.
• Si el sueño diurno ayuda al aprendizaje.
• Explorará la relación del sueño con los trastornos del comportamiento.

Los expertos neurocientíficos han dicho que podrían recabar una muy buena cantidad de datos que los lleve a relacionar y examinar factores como “el sueño, la actividad física y el comportamiento infantil”.

También han señalado que creen que la siesta o el descanso traen bienestar en especial a los niños y niñas que tengan cierta dificultad para conciliar el sueño nocturno. Dicen que la cultura y las costumbres juegan un papel importante en cuanto a dormir o no las siestas o descansos, sobre todo si se quedan despiertos hasta muy tarde. O si donde viven son zonas de constante ruido. En estos últimos casos si pueden ayudarlos con un sueño reparador desean hacerlo y también comprobarlo.

En Lugarve

Nuestra institución siempre apoyará aquellos avances que comprueben fehacientemente los mejores beneficios para el niño. Sin embargo, para nosotros es importante un buen descanso o siesta que pueda generarle una mayor energía o vitalidad al niño luego que la realiza, o si eso le creará una rutina adecuada durante su desarrollo. Hasta donde tenemos entendido un buen sueño reparador nunca estará demás, en especial si al niño lo hará sentir bien.